lunes, 21 de enero de 2013

Bolognesi de Querol y Ocaña


Luis Gálvez, iniciador del proyecto
El proyecto para construir un monumento a Francisco Bolognesi se escuchó con fuerza entre la juventud de Lima. La iniciativa nació de un grupo de colegiales limeños. El 30 de enero de 1898 se formó una comisión conformada por colegiales a iniciativa del joven Luis Gálvez. El 17 de junio de 1899 se cambió el nombre de la “Asamblea Escolar” por “Asamblea Patriótica Bolognesi”.
La colecta para realizar este monumento fue llevada a cabo por la Liga de Defensa Nacional. Esta asociación logró recolectar una gran cantidad de donativos.
El 3 de noviembre de 1899 el Congreso autorizó por ley la construcción del monumento encargando su ejecución a Concejo Provincial de Lima.
El 1 de marzo de 1901 el Estado cede al municipio de Lima un área de terreno para la construcción del monumento. Este sería el origen de la plaza Bolognesi, espacio que uniría las avenidas Piérola o Magdalena (hoy avenida Brasil, el paseo Colón, la avenida Alfonso Ugarte y la avenida Breña (hoy avenida Arica).
El Alcalde de Lima Dr. Federico Elguera se hizo cargo de la ejecución de la obra, donde incluyó para esta tarea a la comisión de la “Asamblea Escolar” llamada desde entonces “Asamblea Patriótica Bolognesi” que era presidida por el Dr. José Vicente Oyague i Soyer.
Agustín Querol
José Vicente Oyague i Soyer
El 22 de mayo de 1901 se convocó al concurso para diseñar el monumento. Se presentaron 153 proyectos donde participaron artistas españoles, franceses e italianos.
El 31 de marzo de 1902 fue elegido ganador, el proyecto del escultor español Agustín Querol (1860-1909) quién había realizado esculturas publicas en España, Cuba, Argentina y Filipinas.
Este monumento fue construido con un costo de 130 mil soles. Fue fundido en los talleres de Artística Marriera y Campiens de Barcelona. Querol recibió ciento cincuenta mil francos, el resto fue utilizado para levantar el monumento.
La primera piedra de este monumento fue colocada el 29 de julio de 1902 con la asistencia del Presidente de la República, los ministros de Estado, delegaciones diplomáticas y miles de ciudadanos. Para esta ocasión se acuñaron unas medallas conmemorativas que muestran el monumento que iba a ser erigido.
Medalla conmemorativa de la colocación de la primera piedra del monumento a Bolognesi.
El 20 de noviembre de 1903 se autorizó la entrega de tres mil libras para concluir los trabajos de construcción del monumento.
En 1903 la primera parte del monumento a Bolognesi llegó al Callao en el vapor Denderah de la compañía alemana Kosmos.
Construcción del pedestal de la escultura.
La construcción de la base del monumento estuvo a cargo del arquitecto Maximiliano Doig y el ingeniero Enrique E. Silgado como supervisor del proyecto.
El monumento fue inaugurado el 5 de noviembre de 1905 en medio de una multitud. Todo el Paseo Colón y sus edificios fueron adornados con banderas, luces eléctricas y guirnaldas y tuvo la asistencia del héroe argentino de Arica, el general Roque Saenz Peña.
Inauguración del monumento (1905)
El significado del monumento
El monumento representa a Francisco Bolognesi cuando es herido de muerte, aferrándose a la bandera. A un lado se acerca la victoria alada con las coronas de laurel. En la base del monumento vemos Alfonso Ugarte y su caballo luego de la caída desde el morro de Arica.
Al otro lado se observa a los defensores del morro durante la batalla de Arica.
En la base se encuentran unos frisos donde se ve a Bolognesi dar la respuesta a los chilenos y la Batalla de Arica. En la parte posterior la patria representada como mujer llora a los héroes caídos en la batalla.
En la parte frontal se encuentra la alegoría de la fama, es una dama con los ojos vendados a punto de remontar vuelo.
Agustín Querol realizó este tipo de escultura compuesta de conjuntos alegóricos alrededor de un pedestal, lo podemos ver en proyectos suyos realizados en otros países.
Su obra se caracterizó por una gran formación académica, exageradamente recargada y voluptuoso con superficies que atrapaban las luces y sombras bajo efectos ópticos.


Críticas al monumento
La escultura causó polémica desde su inauguración en 1905. Las críticas más duras fueron lanzadas por Manuel González Prada, quién vio en este monumento “un artículo de exportación ultramarina.” una escultura que desmerecía al héroe y lo caricaturizaba.
“A más de recargada y oscura en el simbolismo, la obra carece de esbeltez y gracia”
“La columna achaparrada y tosca parece un gigante a medio surgir de la tierra. Con su capitel charro, denuncia la pesadez sin la fuerza, el recargo sin la suntuosidad, algo así como la obesidad anémica, en el lujo harapiento y guiñaposo”.
“El exceso de la ornamentación no prueba fecundidad en el artista, como la verbosidad y el floreo no dicen elocuencia en el escritor”.
González Prada concluye su crítica a la obra de Querol con el siguiente párrafo.
“Bolognesi aparece cogiendo un revólver y asiéndose al asta de una bandera, como pudo figurar tocando un tambor o soplando una corneta. Históricamente, es falso el asido a la bandera; simbólicamente, raya en lo vulgar y sólo cuadraría en las imágenes de Epinal o en los compendios de instrucción cívica. El escudo patrio, con su llama, su árbol de la quina y su cuerno de la abundancia, habrían simbolizado mejor al Perú; así que debemos estar agradecidos al artista por no haber puesto, en lugar de la bandera, un broquel donde figurara un espécimen de los tres reinos -animal, vegetal y mineral. La actitud de Bolognesi no expresa la resignación viril del militar que voluntariamente ofrenda su vida, sino la mansedumbre pasiva, la conformidad ovejuna. En vez del jefe herido y próximo a caer para no levantarse más, vemos al soldado que en día de francachela empuña el revólver del coronel, atrapa la bandera del batallón y va tambaleándose hasta rodar en tierra para dormir la crápula. Le vemos cómico y trágico, pues antes de ir al suelo, puede arrojar un tiro a cierta mujer que le brinda la imprescindible corona de laurel. ¡Infeliz Bolognesi! El plomo chileno le quitó la vida, el bronce queroliano le pone en irrisión.” (Horas de lucha. 1908)
En 1905, también se lamentó que el escultor no estuviera presente en la ceremonia de inauguración. Al observar el gran monumento, el más grande para su época, los limeños deseaban conocer al gran escultor.
“¿Dónde está el Hércules que levanta pensamientos de piedra, que no cumple su promesa –oficialmente formulada de asistir a la apoteosis? ¿Dónde está el héroe de la obra que no se destaca ante la admiración nuestra, -como figura de primer termino,- junto con a la obra del héroe? ¡No ha venido Agustín Querol! (Actualidades, noviembre 1905)
Francisco Bolognesi por Agustín Querol. Foto: http://lapalomacoja.blogspot.com/2008/05/de-la-plaza-bolognesi-al-real-felipe.html

La escultura de Bolognesi que coronaba el monumento permaneció en este lugar hasta que fue cambiada en 1954 por otra escultura elaborada por el gran escultor nacional Artemio Ocaña. La escultura que motiva esta nota se encuentra actualmente en el Museo del Real Felipe del Callao.
Pero esa es otra historia, del conjunto escultórico original han quedado el resto de las figuras que han sido vandalizadas en los últimos años y maltratadas por el pintado y el robo de las partes de bronce.
FUENTES
PACHECO IBARRA, Juan José. La escultura pública en Lima. (1900-1950) En: prensa.

miércoles, 16 de enero de 2013

Argentina, Perú Vs Inglaterra, Chile en Las Malvinas

Perú estuvo listo para atacar a Chile si éste agredía a Argentina durante la guerra de las Malvinas

La participación peruana en la guerra de las Malvinas no solo se concretó a entregarle 10 Mirage V con su parque de misiles Exocet, obuses, bombas de 500 kilos y el concurso eventual de pilotos peruanos en determinadas acciones de bombardeo de unidades navales ingleses, sino que fue más extensa porque el Perú montó un dispositivo bélico para involucrarse en la guerra que contemplaba la participación de la Marina de Guerra, Ejército y FAP contra Chile, en caso éste, que públicamente apoyaba a Inglaterra, decidiera atacar a traición, por la espalda, a Argentina.
Los entretelones de este acuerdo fueron discutidos y aprobados en un encuentro realizado en Lima entre el presidente Belaunde con el contralmirante Roberto Nolla y el general Héctor Iglesias, representantes de las Fuerzas Armadas Argentinas y del jefe del gobierno militar argentino, Leopoldo Galtieri, y con presencia del embajador argentino en el Perú, Luis Sánchez Moreno.
La reunión se realizó el dos de mayo de 1982, el mismo día que el crucero argentino “Belgrano” fue hundido en el mar de las Malvinas, por torpedos del submarino atómico británico HMS “Conqueror”, fuera del área de exclusión de 370 kms2 impuestos por Inglaterra, en un hecho que fue condenado mundialmente, porque no se trataba de un destructor, sino de una de transporte cargada con 1,029 conscriptos, de los cuales murieron 323 y el ataque se había producido fuera del área de exclusión.
El hundimiento del “Belgrano” marcó el comienzo del enfrentamiento bélico abierto entre los dos países. A partir del dos de mayo se produciría una feroz respuesta argentina con los Mirage y Exocet que habían sido puestos en forma inmediata a su disposición. Los mortíferos “Exocet” disparados por la aviación peruana, con los colores argentinos, hundieron sucesivamente al destructor “Sheffield”, a los portacontenedores “Atlantic Conveyor” y Glamorgan” y dañaron gravemente al portaaviones “Hermes” y destructores “Glasgow” y “Exeter”, y con otro tipo de misiles mandaron a pique al destructor “Coventry”, fragatas “Antelope” y “Ardent” y los buques de desembarco “Sir Galahad” y “Sir Tristam”.

ACUERDO SECRETO

Paralelamente al viaje de los Mirage peruanos a Argentina, lo que ocurrió a fines de abril de 1982, a solo semanas de haberse registrado la ocupación argentina de las Malvinas y el país rioplatense soportaba una descomunal presión bélica inglesa, Perú procedió a ejecutar el acuerdo secreto para vigilar y actuar contra las fuerzas armadas chilenas, país entonces gobernado por el general Augusto Pinochet.
El presidente Fernando Belaunde Terry ordenó a la Marina movilizarse a la frontera con Chile y alistarse, en coordinación con el Ejército y la FAP, a atacar los enclaves militar chilenos en caso este país resolviera agredir militarmente a Argentina. La Marina cumplió con mover su flota al sur y emplazarse en alta mar en línea recta a Arica y Antofagasta.
¿De qué manera se movilizaron las otras armas peruanas en este dispositivo bélico? Es algo que no se conoce aún porque se mantiene en secreto.
El temor de una agresión chilena estaba determinado por la reclamación de este país de una porción de la Patagonia argentina que la reclamaba como suya. Ante la posibilidad de que se produzca, el gobierno militar de Leopoldo Galtieri, resolvió destacar gran parte de su ejército profesional a las líneas de frontera y mandar a las Malvinas un regimiento compuesto mayoritariamente por conscriptos, que no tenían formación militar de combate. A pesar de su inexperiencia, pelearon como los mejores y sucumbieron ante el mayor poder bélico inglés.

HISTORIA JAMÁS CONTADA DE LA GUERRA DE LAS MALVINAS (V PARTE)
TRIANGULACIÓN

El apoyo peruano a favor de la justa causa argentina llegó a niveles nunca antes registrados en el mundo, porque conforme lo han divulgado historiadores argentinos, uno de ellos Hernán Dobry, en su libro “Los rabinos de las Malvinas”, Perú firmó órdenes en blanco de compra de armamento para que Argentina adquiera en Israel las armas en las cantidades que necesitase. Este país, en una inteligente transacción aprobada por el primer ministro Menajem Begin e igualmente en clara adhesión a Argentina, satisfizo los pedidos entregando armamento en barcos pintados con los colores peruanos, para enviarlos al teatro de operaciones, previa escala en Perú.
Dobry revela que hubo otra operación de triangulación de compra de armas en Israel para Argentina, consistente en 23 aviones Mirage 3-C, fabricados en la década del ‘70 y que habían peleado en la “Guerra de los Seis Días”. Las naves fueron pintadas con insignias peruanas para que no se piense que iban para Argentina y los barcos argentinos que los recogieron también fueron pintados con banderas peruanas. Las naves no llegaron a usarse por falta de equipos.
“Se les dio lo que se podía. Pidieron aviones Mirage, Sukhoi, submarinos, buques, misiles, entre otras armas, y no se les envió los Sukhoi, pues el Perú era el único que los tenía en la región, e iba a quedar en evidencia que estaba ayudando a Argentina”, ha narrado en una entrevista periodística a un medio local el congresista Víctor Andrés García Belaunde, quien en 1982 se desempeñaba como secretario general del despacho del presidente Belaunde.
EN BUSCA DE EXOCET

La primera ministro británica, Margaret Thatcher, al borde de un ataque de nervios, ante la devastación que causaban a su Armada los Mirage V y Exocet peruanos, que en ese momento no se conocían sus verdaderas procedencias, presionó al primer ministro de Francia, Francois Mitterand, cuyo país era el fabricante de estas mortíferas armas, para que le entregue las claves de los Exocet, con el fin de inutilizarlos electrónicamente, bajo la amenaza de lanzar una bomba atómica sobre la ciudad argentina de Córdoba.
Mitterand no cedió porque en ese momento a Argentina solo le quedaba un Exocet y los que posteriormente usó eran peruanos y no argentinos y esto no lo sabía Francia.
La devastadora respuesta argentina al hundir siete naves británicas y dañar gravemente a otro tanto, incluido el portaaviones “Hermes”, agotó su parque de “Exocet” y otros misiles, por lo cual movilizó a su diplomacia y contrainteligencia para conseguirlos preferentemente en Francia, país que le había congelado la entrega de un lote de nueve “Exocet” en el marco de un contrato de venta de 14, de los cuales solo llegó a entregarle cuatro antes de la guerra.
La única alternativa que quedaba era obtener un lote de “Exocet” que Francia tenía pendiente de entregar al Perú y que éste al recibirlos, en una encubierta negociación de triangulación, debía enviarlos a Argentina. Pero la operación fracasó por la infidencia de un agregado militar argentino en Francia que tuvo la absurda y estúpida ocurrencia de preguntar a uno de los fabricantes franceses: “¿Cómo va lo de los Exocet para el Perú?” Los fabricantes congelaron el suministro de estos misiles al Perú.

Por la razones expuestas no es aventurado sostener que Argentina estuvo a punto de hacerse de la victoria, que le fue negada por la falta de parque aéreo y misilístico.

http://luizcore.wordpress.com/2012/04/07/peru-estuvo-listo-para-atacar-a-chile-si-este-agredia-a-argentina-durante-la-guerra-de-las-malvinas/

Palma y los soldados indios


Ricardo Palma y los soldados indios



            Don Ricardo Palma fue un acérrimo pierolista.  Cuando el caudillo dictador tuvo que huir de Lima y retirarse a la sierra, el célebre tradicionalista le escribió en forma continua, dándole informe de cómo se desarrollaban los acontecimientos políticos en la capital y emitiendo su opinión con relación a muchos  asuntos.

            Estas cartas han sido editadas en una interesante obra denominada “Cartas a Piérola”.   La primera enviada cuando el fugitivo se encontraba en Jauja, tiene fecha 8 de febrero y en ella busca de encontrar los motivos de las derrotas de San Juan y Miraflores, en la forma que sigue:

            “En mi concepto, la causa principal del gran desastre del 13, está en que la mayoría en el Perú la forma una raza  abyecta y degradada, que Ud. quiso dignificar y ennoblecer.  El indio no tiene el sentido de la Patria; es enemigo nato del blanco y del hombre de la costa; y señor por señor, tanto le da ser chileno como turco.  Así me explico que batallones enteros hubieran arrojado sus armas en San Juan sin quemar una cápsula.  Educar al indio, inspirarle patriotismo, será obra no de las instituciones sino de los tiempos”.

            “Por otra parte, los antecedentes históricos nos dicen con sobrada elocuencia  que el indio es orgánicamente cobarde.  Bastaron 172 aventureros españoles para capturar a Atahualpa que iba  escoltado  por cincuenta mil hombres y realizar la conquista de un imperio, cuyos habitantes se contaban por millones.  Aunque nos duela declararlo hay que convenir en que la raza araucana fue más viril, pues resistió con tenacidad a la conquista”.

            Estas duras palabras del escritor tienen gran similitud con las vertidas por el oficial del Estado Mayor de Chile, capitán  Augusto Orrego Cortés que el  10 de julio de 1880 publicaba en “El Eco” de Tacna un artículo, defendiendo el comportamiento del comandante More (de la “Independencia”), del teniente coronel Ladislao Espinar y del ingeniero Elmore el capturado antes de la batalla de Arica.

            Dice Orrego: “Enseguida le toca el turno a Montero.   La derrota de Tacna necesitaba una víctima y los peruanos la eligen en este jefe valeroso, que todo podrá ser menos  cobarde.  No se quiere comprender aquí, que el secreto de nuestros triunfos está en la superioridad física y moral de nuestros soldados, sobre el tímido indio abyecto, y por más que los oficiales peruanos se batan en primera  línea, no podrán compensar jamás la ventaja a que me refiero.  Mientras tanto queda sentado que somos los enemigos los que nos tomamos la tarea de hacer justicia a nuestros propios adversarios, lo que confieso me será siempre grato, cuando se trate de defender, junto con la verdad, el honor de caballeros y de hombres buenos”.

            Piérola se había declarado protector de la raza indígena por Decreto del 22 de mayo de 1880, y tal título lo había hecho imprimir en todos los documentos que expedía en forma oficial.

            Bien pronto las expresiones de Ricardo Palma iban a quedar desmentidas, cuando el general Cáceres iniciara con soldados indios la  gloriosa Campaña de la Breña.